Mis amigos me relajan porque vivo relativamente lejos de nuestra área de movimiento cotidiano, pero la verdad es que gracias a Dios puedo llegar hasta allá.
Vivir lejos me da el privilegio de que cuando me enfermo, mi mamá sólo tiene que darse una vuelta por el patio y coger hojas de las plantas para hacerme un té.
Tengo una vista que la mitad es mucho, llena de árboles, de mi azotea se ve el mar.
No tengo contaminación visual y poco humo.
Es verdad, vivo lejos, pero tengo mis pro :)
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