Los pajaritos no tienen brazos... pero tienen alas. Y así queremos llamarnos "seres superiores", ¡já!
Quisiera tener tiempo qué perder, aunque, pensandolo bien, sería una cosa muy aburrida.
Nadie es imprescindible nunca nunca nunca. El mundo no va a dejar de girar un segundo a esperar a que me ate los cordones.
No es que tenga que actuar totalmente individualista, pero debo pensar en mi y aprender a ponderar qué sacrifico y cuando es oportuno hacerlo.
Es tan fácil escribirlo. Ojalá pueda interiorizarlo de la misma manera.
No sé por donde empezar, qué hacer, pero debo empezar a tomar decisiones por mi salud física, mental y emocional. ¡Qué remolino!
Pero los pajaritos tienen alas.
Armonía, te deseo armonía, persona que lee. Gracias.
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