31/3/10

Media Cabeza

Un día sin ti hay que entenderlo, racionalizarlo, después
de todo no deja de ser un día normal, un día en el que tu
estás allá y yo estoy aquí, en el que los dos somos
felices con nuestras vidas y nuestra media cabeza. Por
muy extraño que parezca, por muy raro que nos miren en la
calle, yo estoy orgulloso de andar con media cabeza puesta
sobre mis hombros y la otra en Madrid. Los Amet me miran en
la calle y se preguntan si hay una ley que me permita
manejar así. Como no lo entienden no hacen nada. Es
complicado comer sin que se me salga la comida por la otra
mitad de la boca, pero como el amor me alimenta no me
preocupa. A veces el raciocinio me falla, por esto de que
solo tengo medio cerebro y entonces el corazón se ensancha,
se apodera del cuerpo y se siente poderoso. Imáginate, él
siempre tuvo que estar subordinado a las órdenes que le
llegaban de allá arriba. Pero ahora como que le perdió
respeto a la mitad de ese miembro que muchos juraron no
podía dividirse. Entonces corazón irracional al fin, en
vez de sangre empieza a mandarme sentimientos por las venas.
Por ellas circulan los te quiero, los te extraño, los
quiero besarte inmediatamente, los recuerdo tu calor, y de
repente el cuerpo ya no se nutre de proteinas y vitaminas,
sino de amor. Un cuerpo lleno de amor y con media cabeza.
Que peligro. No sé si las autoridades permitirán que esto
suceda mucho más tiempo. Mientras Franklin Almeida saca una
nueva ley que lo impida, yo te voy a decir que un día sin
ti es una porquería y que te quiero!!

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